Los ejercicios de Kegel son un grupo de activaciones musculares del suelo pélvico (zona que nos sustenta las vísceras en su zona más inferior), cuyo objetivo es mantenerlo en óptimas condiciones y así prevenir la incontinencia urinaria o las pequeñas pérdidas de orina. Los ejercicios de Kegel tiene otros beneficios como puede ser la mejora de la satisfacción sexual. son distintos los factores que pueden desencadenar una pérdida de orina, como por ejemplo el parto vaginal.
Pasos para la ejecución correcta de los ejercicios del suelo pélvico:
-Los ejercicios pueden realizarse a cualquier hora y lugar.
-La dificultad de los ejercicios va de tumbado boca arriba, sentado, de pie y andando, siendo tumbado el más fácil y andando el más difícil.
-Tras un plazo de 4 a 6 semanas se debe advertir una mejoría, pero en algún caso pueden transcurrir hasta 3 meses para notar cambios. Cuanto más se practique más eficaces son los ejercicios en los músculos.
-En la realización de los ejercicios no se debe sentir molestias en el abdomen, ni en la espalda. Si esto sucede es que se están realizando de forma incorrecta. Hay quien contiene la respiración o aprieta el tórax mientras contrae los músculos del suelo pélvico; esto no es recomendable. Lo correcto es que se relaje y se concetre en los músculos del suelo pélvico.
-Se debe vaciar la vejiga antes de la realización de los ejercicios. Ejercicios Kegel
1. El lento Aprieta los músculos, tirándolos hacia arriba. Contráelos y mantenlos así mientras cuentas hasta 5 respirando suavemente. Luego, relájalos durante 5 segundos más, y repite la serie 10 veces.
Intenta aumentar progresivamente el tiempo de contracción y relajación. Empieza por 5 segundos en cada caso hasta llegar a los 20. Cuanto más tiempo consigas aguantar la contracción de los músculos, más fuertes se harán.
2. El rápido Aprieta y relaja los músculos tan rápidamente como puedas hasta que te canses o transcurran unos 2 ó 3 minutos (lo
que suceda primero). Empieza con 10 repeticiones cuatro veces al día hasta alcanzar las 50 repeticiones diarias.
3. El ascensor Este ejercicio requiere cierta concentración, pero sus resultados son muy buenos. Tu vagina es un tubo muscular con secciones en forma de anillo dispuestas una sobre otra. Imagínate que cada sección es una planta diferente de un edificio, y que subes y bajas un ascensor tensionando cada sección. Empieza subiendo el ascensor suavemente hasta la primera planta, aguántalo durante un segundo, y sube hasta la segunda planta. Sigue subiendo tantas plantas como puedas (normalmente no más de cinco). Para bajar, aguanta también un segundo en cada planta. Cuando llegues abajo, intenta ir al sótano, empujando los músculos pélvicos hacia abajo durante unos segundos (tal y como si estuvieras de parto). Finalmente, intenta relajar por completo la musculatura durante unos segundos. Sobre todo, no te olvides de respirar pausadamente y de no realizar el ejercicio con ayuda de los músculos abdominales.
4. La onda Algunos músculos del suelo pélvico están dispuestos en forma de un ocho, pero con tres anillos. Un anillo se sitúa alrededor de la uretra, otro alrededor de la vagina, y el último alrededor del ano. Contrae éstos músculos de delante a atrás y relájalos de atrás a delante.
Haz estos ejercicios tantas veces como puedas al día. El objetivo es conseguir realizarlos sin que se noten. Cuando empieces a realizarlos, pueden parecerte incómodos y raros, pero pronto verás que podrás llevarlos a cabo sin que los demás se den cuenta.