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Claves para volver a la rutina con normalidad


Uno de los términos que más oímos en septiembre es "depresión postvacacional" y el otro "vuelta a la normalidad". La vuelta a la normalidad que se vive en septiembre tras un parón generalizado de gran parte de la actividad laboral, hace que muchas personas se depriman o sufran un estrés ocasional. Saber afrontarlo es clave para que éste no se descontrole y nos cause un perjuicio para la salud que tenga una solución más complicada.

La vuelta al trabajo, el inicio escolar de nuestros hijos, los nuevos horarios, las compras para iniciar el curso,... hace que de un día para otro cambiemos nuestra rutina del último mes. La incorporación a la rutina debe de hacerse con la mayor normalidad posible y tratando de no saturarse desde un primer momento. Lo importante es haber conseguido el objetivo: desconectarse durante unos días. Sin embargo, esto no tiene que implicar que no sepamos gestionar bien el retorno a la cotidianidad.

Lo inteligente es ir descartando tareas que se nos hayan ido acumulando durante los días de asueto. Primero, empezaremos por lo más urgente y después, poco a poco, con los temas de menor relevancia que hayan quedado en un segundo plano.


Si tenemos que planificar la vuelta al cole, la compra del material debe hacer también paulatinamente, con tranquilidad y ajustarse al presupuesto para evitar sorpresas posteriores.

Entre la vorágine de asuntos pendientes que tendremos que gestionar debemos buscar un hueco para nosotros. Unos minutos al día dedicados en exclusividad es algo muy importante para emprender con ganas el resto de las tareas pendientes.

La práctica de algún deporte sirve de mucha ayuda. La actividad física contribuye a que nos encontremos mejor en líneas generales. Si gozas de una buena condición física, tendrás más energía para hacer aquellas cosas que te plantees a lo largo de la semana. Aunque puedas experimentar un mayor cansancio el cuerpo irá ganando fortaleza y salud con los días, de modo que cada jornada te encontrarás mejor.

Si necesitas aún más ayuda, la homeopatía es una aliada en los casos de estrés ocasionales. Dependiendo de tu estado anímico podrás recurrir a un tratamiento homeopático específico. El experto en homeopatía determinará qué es lo que más se ajusta a cada caso, en función de aspectos relacionados con las causas del estrés, la personalidad del individuo o cuestiones psicológicas que le puedan estar afectando. Además, los medicamentos homeopáticos se pueden compatibilizar con otros tratamientos con la peculiaridad de que no generan dependencia, somnolencia o que no tienen efectos secundarios.

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